La cosa ya no había empezado muy bien. El baterista de los Paralamas, João Barone, estaba en Florianópolis para el lanzamiento de un documental sobre la Segunda Guerra Mundial que dirigió en sociedad con una productora de videos de Santa Catarina. No era raro que llegara tarde a las entrevistas porque en el diario éramos demasiados reporteros para muy pocos autos, choferes & fotógrafos. Era una lucha hacer que hubiera un auto, un chofer & un fotógrafo disponibles para mí en el momento en que necesitaba hacer una nota. Por suerte no pasaba mucho con gente famosa, pero el día de la entrevista con João Barone sí pasó.
Salimos tarde de la redacción y llegamos a la productora unos 10 minutos después de la hora acordada. Sabía que esto sería un problema, porque: 1) el fotógrafo tenía otra nota prácticamente el mismo horario. 2) Barone y el productor tenían una entrevista en el canal SBT justo después de la mía. Así que entré diciendo "hola, lo siento, llegué tarde, tendremos que sacar las fotos primero y luego seguimos con la entrevista por cuestión de tiempo". Para no demorar más, el fotógrafo sacó algunas fotos rápidamente y me dijo que empezara la entrevista mientras él sacaba algunas más de los dos hablando conmigo. Diez minutos después, el fotógrafo se fue con el chofer, que estaba esperando en el auto, y yo me quedé allí terminando la nota.
No habían pasado ni cinco minutos después de la partida del fotógrafo cuando Barone mira su reloj y dice, ya casi sin paciencia:
− Tenemos que ir a SBT ahora, si querés podés ir con nosotros y seguiremos en el auto.
La idea era genial, porque SBT estaba de camino a Record, donde yo trabajaba. Aunque no podría caminar de vuelta a la redacción, que estaba en la cima del cerro Morro da Cruz, cualquier auto del diario que pasara podría rescatarme frente a la competencia.
Dejamos el edificio, Barone, el productor y yo, y nos subimos a un Mini Cooper rojo que estaba en el estacionamiento. El viaje duró unos 15 minutos y la entrevista se completó sin mayores contratiempos. Yo en el asiento trasero, el productor conduciendo y Barone al lado. Al llegar a SBT, les pedí que me bajaran antes de entrar por el portón para no estar en la sede de SBT con una credencial de Record colgada en el cuello. Nos despedimos, me bajé del auto y avisé a la redacción del diario que estaba parada al pie del cerro para que cualquier auto que se acercara me llevara con él.
En ese momento, cuando finalmente desactivé el modo de supervivencia por haber llegado tarde a la entrevista y tenido que enfrentarme a una personalidad que probablemente me quería tirar de la oreja, empecé a reírme. El baterista de Paralamas do Sucesso me había dado un aventón.
Post data: esta no fue la primera vez que un músico famoso me dio un aventón. En 2012, cuando estaba en Porto Alegre entrevistando a los ex-TNT y Cascavelletes para mi trabajo final de la facultad, Nei Van Soria me dejó cerca de mi hostel después de la entrevista que le hice.
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